TBM: Alto

Alto, TX

In April 2019, tornadoes ripped through the small town of Alto, Texas, damaging homes, buildings and an important facility at the local school campus.

The badly damaged facility housed the school’s kitchen, which was essential to providing two meals per day to 810 elementary, junior high and high school students. Following the disaster, school needed to resume for several more weeks, but there was nowhere to cook food for the students. That’s when Texas Baptist Men (TBM) stepped in to meet the need of the community.

TBM volunteers constructed a field kitchen under a large tent at the school’s entrance. The kitchen had industrial-grade equipment, similar to what the cooks were accustomed to using, and all the necessary utensils needed to prepare meals.

TBM volunteer and former childhood nutrition director Gaylan Mathis was one of many volunteers who helped assemble the field kitchen.

“Students have issues learning if they don’t have good nutrition,” Mathis said. “That has been documented many, many times. So this field kitchen provided them with hot meals.”

Our church’s gifts through the Cooperative Program help support Texas Baptist Men’s disaster relief ministry. Let’s pray for TBM volunteers as they seek to share Christ’s love in communities like Alto that are recovering and rebuilding after a disaster.

Hombres Bautistas de Texas: Alto

Alto, TX

En abril 2019, tornados arrasaron el pequeño pueblo de Alto, Texas, perjudicando hogares, edificios, y un edificio importante en el recinto de la escuela local.

El edificio casi destruido albergaba la cocina e la escuela, esencial para proveer dos comidas diarias para 810 estudiantes de escuela elemental, intermedia, y superior. Después del desastre, la escuela necesitaba continuar por varias semanas más, pero no había dónde cocinar las comidas para los estudiantes. Ahí es cuando los Hombres Bautistas de Texas intervinieron para satisfacer la necesidad de la comunidad.

Los voluntarios de los Hombres Bautistas de Texas levantaron una gran tienda de campaña para albergar una cocina a la entrada de la iglesia. La cocina tenía equipo de calidad industrial, similar al que los cocineros están acostumbrados a usar, y todos los utensilios necesarios para preparar los alimentos.

Un voluntario con los Hombres Bautistas de Texas y anterior director de nutrición infantil, el director Gaylan Mathis, fue uno de los muchos voluntarios que ayudaron a levantar la cocina.

"Los estudiantes tienen problemas de aprendizaje si no tienen una buena nutrición", dijo Mathis. "Ha sido bien documentado muchas, muchas veces. Por eso, esta cocina les proveyó comidas calientes".

Las ofrendas de nuestra iglesia al Programa Cooperativo ayudan a sostener el ministerio de ayuda en desastres de los Hombres Bautistas de Texas. Oremos por sus voluntarios mientras buscan compartir el amor de Cristo en comunidades como Alto, donde se recuperan y reconstruyen después de un desastre.