Chaplaincy Relations: Prison Ministry

El Paso, TX

Every Sunday evening in El Paso, around 90 men dressed in solid white pants and shirts take their seats in metal folding chairs. They soak up biblical teaching, lift their hands in worship and bow their heads in prayer.

Aside from their attire, the men all share one thing in common – they are inmates of the Rogelio Sanchez State Jail. As the official jail chaplain Juan Lucero looks upon the inmates, he is in awe of how God is moving through each man.

“In the 30-plus years that I’ve been a minister, I’ve seen so many inmates who have really and completely changed and turned around,” Lucero said.

While volunteers from Del Sol Church, a local Texas Baptists congregation, lead music and teach each Sunday, Lucero is available during both the Sunday service and throughout the week to answer questions, pray with the inmates and further explain the message of salvation.

Our church’s gifts through the Cooperative Program endorse chaplains who are taking the Gospel to a place where Christ’s love is desperately needed – our prisons. Let’s pray for Chaplain Lucero, other prison chaplains and Texas’ inmates as they share and receive the great message of eternal salvation.

Relaciones de Capellanía: Ministerio en las prisiones

El Paso, TX

Cada domingo por la noche en el Paso, alrededor de 90 hombres vestidos de pantalón y camisa blancas toman asiento en sillas de metal. Absorben enseñanzas bíblicas, levantan sus manos en adoración e inclinan sus rostros para orar.

Además de su atuendo, todos los hombres tienen una cosa en común: son reclusos de la cárcel estatal Rogelio Sánchez. El capellán oficial de la cárcel, Juan Lucero, no deja de asombrarse al ver cómo Dios se mueve en las vidas de cada uno de los reclusos.

“En los más de 30 años que he sido ministro, he visto a muchos reclusos que han cambiado completamente sus vidas”, dijo Lucero.

Mientras voluntarios de la Iglesia Del Sol, una congregación de los Bautistas de Texas, dirige la alabanza y enseña cada domingo, Lucero está disponible tanto durante el servicio dominical como durante la semana para responder preguntas, orar con los reclusos y explicarles el mensaje de la salvación.

Las donaciones de nuestras iglesias al Programa Cooperativo respaldan a los capellanes que llevan el evangelio a lugares donde el amor de Cristo se necesita desesperadamente: nuestras prisiones. Oremos por el capellán Lucero, otros capellanes que sirven en prisiones, y por los reclusos de Texas que reciben el gran mensaje de salvación eterna.